Ninguno hace caso del
agua que va despues de la lluvia cuando vuelve el sol. Poco importa si sobre
esa agua, hay lágrimas despues de haber llorado, por amor, por dolor. El agua
se evapora, vuelve al aire y a nuestros pulmones respirando el viento que
sentimos en la cara. Y las lagrimas, vuelven a entrar en nosotros, como las
cosas que hemos perdido, pero nada se pierde en realidad. Cada segundo que
pasa, cada luna que surge, no hace mas que decirnos:
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