Detras de la tormenta siempre se asoma el sol

domingo, 15 de enero de 2012

8. Yo naci princesa.

Espero que seas consciente de aquello que acordamos aquel día. ¿Sabes a lo que me refiero, verdad? Te prometiste a ti misma que no ibas a llorar por tonterías, lo aclaraste diciendo que ya habías crecido, y que las princesas no lloraban porque, ¿recuerdas?, siempre has dicho que eras una princesa, y lo eres. Y nadie va a hacer que dejes de serlo. También te prometiste que ibas a ser feliz, y a olvidarte de esas cosas que hiciste mal en el pasado y de esas personas que te hicieron daño. Hasta aquí y hasta ahora creo que has tenido altibajos en este acuerdo, pero sé que la intención es buena, así que te voy a dar una segunda oportunidad, pero eso sí, esta vez no me falles, ¿eh, pequeña? Inténtalo las veces que hagan falta, porque tú y yo sabemos más que nadie que nada sale bien a la primera. No te rindas nunca, si te caes levántate, y no des por hecho que vas a perder. Así que, acuérdate bien, princesa, estamos solas en esto, pero mientras nos aguante el cuerpo nada ni nadie va a poder con nosotras*









No hay comentarios:

Publicar un comentario